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CIUDAD DE MÉXICO, CIUDAD SIN FUTURO.

10 de Abril de 2009

 

 

 

¿Porqué hay ciudades que no necesitan crecer para cada día ser más civilizadas, cómodas, y eficientes para sus habitantes?

Desde luego, no me estoy refiriendo a la ciudad de México, que además de ser un pueblo sin ley, en mi humilde opinión no tiene ni la más remota esperanza de poder visualizar un futuro decente para sus "inquilinos"...

Y digo inquilinos, porque francamente la renta tan alta que usted tiene que pagar por vivir con todo tipo de costos directos e indirectos se vuelve francamente inmanejable, aunque si usted querido lector, es uno de sus cuantos millones de habitantes, puedo asegurarle que no se ha dado cuenta, y si acaso ya se percató de dicha situación, ha desarrollado un sistema inmunológico mental y físico para resistir ese tren de vida.

Ahhh.... ya sé que está pensando... que por la forma de redactar, todo indica que yo no soy uno de esos inquilinos. Efectivamente ya no lo soy. Tristemente tuve que emigrar para no perder la calma y que le diga a donde, es irrelevante, pero es un hecho que existen infinidad de alternativas que usted ya debe explorar hoy, para evitar quedarse sin agua varios días y ver la pelea barata entre dos políticos de quinta, para evitar que lo asalten en la siguiente esquina, para evitar que lo agarre un temblor, para no quedar atrapado horas y horas entre segundos, terceros y cuartos pisos, para no caer en la trampa de una de los cientos de obras viales, para respirar aire conteniendo todos los elementos que el bordo de Xochiaca arroja a la atmósfera diariamente, para rezar que un día no se tape el drenaje profundo, y en cuestión de 24 a 36 horas se inunde la mitad del Valle de México, para rogar a Dios que no le invadan su propiedad los de Super Barrio o similares, o se la expropien argumentando lo que sea, o le apliquen la flamante ley de extinción de dominio so pretexto que usted tenía un inquilino narcotraficante. Además ya debiera haber hecho conciencia que no es "normal", convivir con ruidos de claxon, mentadas, sirenas de ambulancias y patrullas, alarmas, altavoces de manifestaciones de todo tipo, o por otro lado invertir una hora en trasladarse cinco a diez kilómetros, o pagar cantidades exorbitantes al mes ya no diga al año para meter su auto a un estacionamiento, pues un lugar en la calle, es algo igual a sacarse la lotería. Su estado normal de alerta debe estar entre color amarillo, naranja y quizás hasta rojo cuando tiene que cruzar la Colonia Guerrero, Morelos (Tepito), o infinidad de otras tantas como éstas que hay, pensando que lo vayan a secuestrar, o algo similar. Prender la tele y ver que apareció un cadáver en una cajuela, o primeros casos muy controvertidos como la bomba de Avenida Chapultepec, las bombas en los bancos de Coapa, o el avionazo en Lomas de Chapultepec, serán cada día más cotidianos. Ambulantes trepados en las ex-banquetas, y autos estacionados junto a los ambulantes... Se me antoja que le pidamos a la India si nos mandan unas miles de vacas sagradas para circular en las calles y completar la escena. Si usted está muy acostumbrado a todo esto, piense en algo que para mi ya resulta ser una ley de física, y es que la ciudad de México va empeorando y jamás mejorando. Va empeorando en algunas cosas que acaba usted de leer, y sólo dígame o escríbame para decirme en que está mejorando.

¿En verdad cree que los "preciosos" edificios que se están haciendo en Paseo de la Reforma" le van a producir a Usted queridísmo lector, algún beneficio directamente en su persona? Bueno... a menos que usted sea el desarrollador que va a convencer a algunos millonetas que vivir en un piso de un millón de dólares en Reforma es algo que pocos merecen.

¿A poco cree que el segundo piso le va ayudar en algo a la Ciudad? ¿Más obras del metro y chocabuses van a ser la solución?

¿El tren suburbano "acarreando" el equivalente a toda la población del país en un año, o sea cien millones de seres humanos, va ayudar a la convivencia?

¿La falta de agua que hoy son tres, cuatro o cinco días, cree que realmente no volverá a suceder?, ¿Y la siguiente vez van a ser uno o dos, o serán diez o quince días?

Si usted querido lector es algo imaginativo, lo invito a que hagamos un ejercicio mental en el cual, y como si fuera una película, congele la escena que hoy se está viviendo en la Ciudad de México, y apriete el botón que dice "reversa" y observe cuidadosamente como la calidad de vida que usted dice tener, la revise hacia atrás, y vea que si usted tiene 50 años de edad, le garantizo que cuando era chamaco, sus papás no estaban con "El Jesús en la boca" por que usted se saliera a jugar a la calle con sus cuates. Revise cuales eran las noticias en la tele. Simplemente recuerdo que yo sacaba mi bicicleta y me iba de la del Valle a Coyoacán quitado de la pena, por las calles y jamás recuerdo haber dicho que andaba por "ejes viales de seis y siete carriles". Cada mañana caminaba 15 cuadras para ir a la prepa, quitado de la pena y mis padres ni les pasaba por la cabeza que algunos mafiosos pudieran estarme "venadeando" para secuestrarme y desbaratarle la vida a mi familia. El fin de semana era ir al cine de 4 pesos, cuando hoy se pagan 50,000 viejos pesos, o 100,000 viejos pesos si quiere entrar al VIP. Andar en patineta, patines, ir al parque a tomar un helado, era normal. ¿Usted deja actualmente ir a su hijo sólo a todo esto? Si es el caso lo invito a reflexionar, pues creo que está tomando riesgos innecesarios. Ahora apriete el botón que dice "adelantar" y fíjelo dentro de 10, 20, o 30 años para no ir muy lejos... ¿Que vé?

Afirmo categóricamente que la Ciudad de México es una ciudad sin futuro para el habitante actual, pues hoy no es otra cosa más que un botín para políticos y crímen organizado. Muchos impuestos y derechos para los primeros, y muchas ganancias para los segundos.

Analicemos querido lector, las probabilidades reales y después vendrán mis conclusiones.

Primero vienen preguntas basadas en el sentido común. ¿Usted cree que cada día va a disminuir la población de la zona metropolitana? ¿Cree que cada día se va a dotar de más agua al valle de México, para satisfacer la demanda? ¿Cree que van a ensanchar el drenaje profundo o hacer otro, o que el actual ya no se deteriorará con el uso? ¿Cree que van a prohibir las manifestaciones? ¿Me asegura usted que cada día van a disminuir los ambulantes? ¿Cree que va haber menos autos y más calles? ¿Cree que en los segundos pisos caben todos los autos nuevos que circulan cada año en la Ciudad de México? ¿Cree que va a disminuir la violencia y la impunidad con más población cada año? ¿Cree que la ciudad de México nunca será el centro de atención de los primeros terroristas que ya están circulando en este país? ¿Considera que algún día vendrá un gobierno consciente e inteligente que pondrá un alto a todo lo descrito anteriormente y a todo lo que se me está olvidando decir o estoy omitiendo?

Mire usted... Al estar escribiendo estas líneas, mi esposa me dice que no está de acuerdo con el título de la presente editorial, pero creo que ya se le olvidó que ella ya no vive ahí, pero a su servidor no me deja de preocupar que 20 millones de seres humanos viven con la espada de Damocles encima de sus cabezas, con una colección de amenazas que pueden ser inhibidas o hasta eliminadas si sucedieran dos cosas:

UNA: Que usted como yo, simplemente abandone la Ciudad de México y vuelva a comenzar en otro lado. Este país es infinitamente más grande que su capital, y lleno de oportunidades que lo están esperando a usted para darle mucho, pero mucho más que lo que cree que puede recibir en la otrora Gran Tenochtitlan. Piense si usted como su servidor está en disposición de donar muchos metros cúbicos de oxígeno al año, para que otro respire, y donar unos 20 metros cuadrados de asfalto para otros autos. Si usted se va, es seguro que la gente escuchará 20 mentadas de cláxon menos al año. Nada impide que usted visite la Ciudad de México doce días al año, pero dejará de habitarla 353 días por año.

DOS: (Fantasía). Que llegue un gobernador consciente de la problemática y haga lo siguiente: Invite al gobierno federal a reubicarse en otro territorio más pequeño y no tan lejano (Ver editorial: La Ciudad Federal) y que por otro lado, congele al menos seis años toda licencia de construcción de obra nueva. Sólo se aceptarían remodelaciones. Tolerancia y corrupción cero en el combate al crimen (conste que advertí que estaba fantaseando). Llenar de cámaras de monitoreo toda la ciudad, y no sólo el centro (esto no es fantasía). No ambulantes, No manifestaciones en vía pública, Ni un segundo piso adicional, ni más líneas de metro o choca-buses, subir el impuesto predial al medio o uno por ciento anual sobre el valor de la propiedad. Subir el pago de derechos de agua para crear periféricamente más infraestructura de abastecimiento. Construir un segundo drenaje profundo. Esta obra por ser a 40 a 60 metros bajo tierra, no afectará el buen desempeño de la ciudad. Parquímetros en las cuatro delegaciones centrales. Reducción del impuesto predial o eliminación del mismo, por algunos años, para aquellos que rehabiliten inmuebles existentes para vivienda y estacionamiento de sus propietarios. Lo anterior sin construir un metro cuadrado de obra nueva. Organizar escrupulosamente el transporte público como camiones, taxis, peseros, y disciplinarlos. (Sigo con mis utopías, pero conste que no me quedé callado guardando mis ideas).

Conclusión. A la ciudad de México la están aniquilando cada día, con la idea de permitir y peor aun, desear su crecimiento. La ciudad de México necesita un descanso, para reorganizarse, para tranquilizarse, para reordenarse y entenderse a sí misma su propio sentido de existencia. Necesita un "brake" o lo que es lo mismo un respiro de un sexenio completo para no suicidarse lentamente como lo está haciendo. Creo que fomentar demoliciones y construcción de espacios públicos y verdes es una solución que han tomado otras ciudades.

Si bien es un milagro que esta monstruosa ciudad siga en funcionamiento relativo, también es un hecho innegable que el mes pasado se vivía mejor que hoy, pues lo peor es pensar ¿Cómo se vivirá el mes que entra?.

Por todo lo anterior y sin ser amarillista, y a menos que yo vea que a partir de mañana se aplica algo del paso número dos, pienso y seguiré pensando que la Ciudad de México es una Ciudad sin futuro.

 

 

 

Claudio Márquez Passy

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