No cabe duda que la materia prima para la edificación de vivienda, no son los tabiques, o la varilla, o el concreto, sino mas bien la tierra, la cual cada día es más escasa y cara, como sucede en cualquier parte del mundo, y la ciudad de México, (entiéndase Distrito Federal y Estado de México), no es la excepción.
Tratar de encontrar esta preciosa y por la tanto costosa materia prima, resulta un reto y mas que nada un "vía crucis" que muchos desarrolladores experimentados pareciera que ya lo han hecho más llevadero y lo han controlado, sin embargo cuando llega una "autoridad" en cualquiera de sus niveles en puestos clave como Desarrollo Urbano, usos de suelo, Delegados, Presidentes municipales etc. etc., basta que hagan barbaridades legislativas o administrativas, producto de una profunda ignorancia, y estos constructores tendrán que aprender nuevamente el camino que ya habían recorrido..
Muchas generaciones posteriores, pagarán un precio muy alto, pues lógicamente no son ni urbanistas, arquitectos, ecologistas, o simplemente individuos con un mínimo de conciencia, que pongan al servicio de la sociedad, planes y reglas que sirvan para una mejor convivencia.
La corrupción que tiene como motor la especulación desmedida, harán que desarrolladores quieran abusar del suelo, y prostituirlo en detrimento de un desarrollo sustentable que sirva para un futuro llevadero y armónico para hijos y nietos que solo podrán vivir en un entorno cada vez más hostil y hacinado al punto que aunque haya mas construcción, cada vez habrá mas despoblación, pues el individuo conciente por elemental supervivencia buscará entornos mas amables, menos poblados, y mas armónicos.
Y para entrar en materia, quiero analizar la irracional relación que hay entre el Distrito Federal y 50 a 60 municipos colindantes del Estado de México, que ya son parte inseparable de la Ciudad de México.
Mientras en el D.F. se crea un Bando Dos en el año 2000 que tiene algunas cosas positivas, pero francamente otras muy negativas, y lo vemos en su relación de causa-efecto con el desarrollo en el Estado de México, nos damos cuenta que este decreto emitido por un político que al parecer existe aún la duda que haya terminado la universidad, hizo del D.F. una concentración de desarrollo confinado a cuatro delegaciones, privilegiando a la clase media y alta, y despreciando a las clases populares que paradójicamente le dieron tantos votos al partido en el poder que lo mantendrán por otros seis años, y que no sabemos si se les pagará con la misma moneda y se "les bateará" a que se vayan a vivir al Estado de México.
Ese bando dos encareció la materia prima y congeló otra materia prima ávida de ser utilizada por decenas de miles de habitantes
En concreto se desarrolló brutalmente Ecatepec, Ixtapaluca, Tecamac, Zumpango, Atizapán, en lugar de Iztapalapa o Gustavo a Madero, donde se podría haber hecho infraestructura de servicios, para motivar un desarrollo sustentable enfocado a clases populares y evitar los millones de traslados diarios inútiles, que en pérdidas de millones de horas hombre productivas, se evaporan en el metro, en el micro, y otros transportes colectivos.
Un país se mide por la eficiencia de cada individuo, y lo que produce cada hora, pero las criminales autoridades que un despliegue de presumir su profunda ignorancia, corrupción y ambición, les importa un bledo que la gente tenga que invertir 3 a 6 horas diarias en traslados, en lugar de crear focos de desarrollo, donde vivienda, industria, servicios estén "a la mano" y se evite el consumo diario de millones de horas productivas, que si las llevamos a pesos y centavos, y las pudiéramos reducir al 50% por lo menos, quizás haciendo lo mismo, con los mismos salarios, nuestro país sin enterarse subiría uno o dos lugares en el ranking mundial.
Creo que hay que desarrollar metrobuses, segundos pisos, y meter mas camiones y metros, pero que tal que en lugar de eso se cambiara el uso de suelo de Iztapalapa donde solo se pueden hacer 3 niveles con 50% de área libre, y se cambiara por un uso donde se permitiera 10 o 12 niveles con 70% de área libre, logrando conjuntos de interés social, muy rentables, y con un entorno de áreas verdes que harían de cada desarrollo, un hábitat armónico y digno.
Vialidades como Rojo Gómez, Eje 6, Periférico, Zaragoza, Eje 5, y muchas mas, pueden ser suficientemente adecuadas para recibir desarrollos como los mencionados, además de las obras de ampliación de otras muchas que debieran ser parte de un plan integral de desarrollo.
Los habitantes que hoy no pueden vivir dignamente en Iztapalapa lo hacen en Ixtapaluca con dos horas de diferencia de traslados en viaje de ida y vuelta. El solicitante de vivienda que no pudo obtener un departamento de 60 m2 en Rojo Gómez, lo obtuvo con Casas Ara o Geo en Iztapaluca, con los mismo metros, pero con un pequeño jardín trasero.
El desarrollador tuvo que buscar esa materia prima en el Estado de México, gracias al bando dos que fomentó y privilegió al ejecutivo que si pudo comprar un departamento en la Nápoles o en Del Valle, y que además le hicieron su segundo "pisito" para que se fuera de "un jalón" hasta Tlalpan en 15 minutos. ¡Bravo Peje, que despliegue de sentido común...!
¿Que tal que en vez de más segundos pisos, metemos segundos acuaféricos?
En Ixtapaluca les abrieron los brazos y se los siguen abriendo a los desarrolladores, pero le dejan toda la tarea a la Autopista México-Puebla, donde hay que notar el ahorcamiento en las horas pico, ya no digamos la contaminación y como premio el estrés que ello produce a miles de trabajadores que tienen que ir y venir diario de Ixtapaluca a Iztapalapa y al resto del D.F. Pero no importa... es el pueblo...
Ahora resulta que aparentemente el Estado de México quiere fomentar las áreas urbanas y no las tierras suburbanas, lo que con toda seguridad provocará un conflicto de desarrollo de vivienda muy severo en la zona metropolitana de la Valle de México. ¿Que hará el desarrollador ahora que no encuentre tierra en ubicación y precio adecuado en la Z.M.D.V.M.?
Creo que Ebrard y Peña deben sentarse y platicar como estadistas y no como políticos, pues la Ciudad de México puede caer en un caos peor al que hoy vemos, y las consecuencias serán irreversibles. Ya lo son en muchas áreas, pero hay posibilidades de mejorarlo. Si ya se sentaron a platicar que bueno, pero creo que necesitan una junta semanal.
El Metro es necesario que se siga desarrollando aunque le cueste a la ciudad un caos vial de uno o dos años en las rutas donde pase, pero recomiendo no hacer un metro de metro si no se tiran a la basura los 16 planos de uso de suelo del D.F. y de por lo menos 15 municipios del Edomex, y se rediseñan con visión integral, y sobre todo se priorizan los elementos de infraestructura como agua potable, drenaje, vialidad, áreas verdes, zonas de industria no contaminante, servicios, comercio, de tal modo que se creen núcleos urbanos que encojan y disminuyan los traslados que son la principal amenaza de esta ciudad, y que se busque que por ahí pase el metro.
La Ciudad de México hay que rediseñarla completamente, y no por "cachitos" como lo provocó el bando dos, y que ahora el bando "x" del Edomex pudiera resultar en una mala copia de la del D.F.
Que no me digan que no hay espacio para desarrollar vivienda en la Ciudad de México, y especialmente Iztapalapa, pues les muestro decenas de hectáreas, que con un uso de suelo adecuado pueden convertir a esa delegación en una solución urbana de inimaginables alcances, pues de todos modos hoy esta demarcación tiene mas habitantes que muchas ciudades del mundo. De por sí es una ciudad dentro de otra ciudad, pero en materia de uso de suelo, dándole altura e incrementando las áreas libres con restricción a que sean áreas verdes, se puede lograr, la racionalización y optimización de una delegación, que desgraciadamente hoy es icono de narcotráfico, violencia, desorden, y hacinamiento en tabicón gris sin pintar.
Ojo autoridades, pónganse a estudiar el problema de una manera técnica y profesional, y alléguense de eruditos, expertos, y en general de un equipo de sepa y conozca del tema, al punto de aceptar escuchar las soluciones que al ser las adecuadas, no se tendrán que preocupar de su máxima obsesión que son los votos, pues éstos créanmelo, les llegarán en automático si hacen las cosas bien.
Materia prima hay de sobra, nada más que se está pudriendo.
De todos modos esta editorial está incompleta, por lo que sugiero revisar en la siguiente edición el tema: "Una Ciudad con dos gobernantes".
