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Cómo eliminar el bando dos, conservando lo bueno del mismo.

Julio 07 de 2006

 

 

 

Creo que el Bando Dos ya es más famoso y popular entre los desarrolladores del Distrito Federal, que el Código civil o la misma carta magna de nuestro país.

Es el bando dos la gran pesadilla o la gran ventaja para que un propietario o desarrollador pueda "sacarle jugo” a un inmueble que aunque tenga el uso de suelo predeterminado para el propósito que se desea, pueda o no realizarse ese desarrollo que se tiene en mente, pues aunque los programas delegacionales, que en su momento fue aprobado por la asamblea legislativa del D.F. el susodicho bando dos, fomentará o prohibirá lo que ya tiene categoría de ley.

Un bando que tiene una categoría inferior a un reglamento, ya no digamos a una ley, en nuestra capital es posible que prohíba o fomente DISCRECIONALMENTE la voluntad de un pueblo publicada en la gaceta oficial del D. F.

De todos modos el que siga vigente o se elimine no está en mis manos, pero lo que si puedo sugerir es como eliminarlo conservando la parte positiva que éste bando contiene.

Para entender todo lo positivo que este bando contiene, hay que visualizar todo lo negativo que produce.

Me tocó un caso recién que se había decretado dicho bando en el año 2001, en el cual un comprador adquirió un terreno en la delegación Iztapalapa, y con el certificado de zonificación vigente y en la mano, decidió ya no seguir adelante con la compra en virtud de que dicho bando "congelaba de un plumazo” lo que el certificado de zonificación garantizaba.

Lógicamente el vendedor tuvo que demandar por incumplimiento al comprador, pues no le importaba la razón por la que se "rajaba” dicho comprador. No es que le de la razón al comprador de haber incumplido, pero este comprador-desarrollador, no compraba un terreno de 3000 m2 sobre la calzada Ermita-Iztapalapa, para hacer su casa, sino para hacer un conjunto de departamentos.

El Jefe de Gobierno en ese momento, no creo que hubiera tenido la intención de indemnizar al comprador o al vendedor por un medida unilateral que aplicó, y que anuló un certificado que era ley.

El perjuicio del que fueron víctimas el comprador y el vendedor, seguramente a la fecha no se han recuperado, pues ese terreno seguramente hoy sigue siendo bueno para sembrar maíz, y que lo disfrute el velador para que sus niños se paseen en 3000 m2 .

Sin embargo en la delegación Tlalpan me ha tocado ver "salpicados” varios desarrollos que según el bando dos, quizás no se debieran haber realizado, pero en virtud de que dicho decreto le da facultades a la delegación, a la Cía. de Luz, a la Comisión de aguas, a la Secretaría de transporte y vialidad, para decir SI o NO a lo que dice el programa delegacional, entonces, resulta que en Tlalpan "si se pudo”, y en Iztapalapa "no se pudo”.

Ambas delegaciones son de las que se encuentran "congeladas” por el bando dos, pero en una si es posible desarrollar, y en la otra no. Saque usted sus conclusiones. En la colonia ampliación Miguel Hidalgo en Tlalpan, si hubo agua, luz y buena vialidad, y en plena avenida Ermita – Iztapalapa no hubo ni agua, ni luz, ni vialidad.

Muy congruente.

Ahora bien... el espíritu del bando dos me parece con toda franqueza que tiene algo bastante positivo, que comulgo plenamente, y sobre todo necesario para la Ciudad de México, y es el hecho de desarrollar el centro de la ciudad y no su periferia. Es decir que mientras veamos que existan lotes baldíos, en delegaciones como Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, y sobre todo Venustiano Carranza, no hay porque densificar Tlalpan, Coyoacán, Álvaro Obregón, y mucho menos Cuajimalpa, Magdalena Contreras, y ni se diga Milpa Alta o Tlahuac.

Lo arbitrario es decirle al habitante que tiene posibilidad de hacer determinado número de casas, y por otro lado le digan que según el bando dos, no se puede, y después milagrosamente "$i $e pudo”...

Creo que la secretaria de Desarrollo Urbano ha venido haciendo un trabajo titánico y muy profesional con los mapas delegacionales, y ahora el "SIG” (Sistema de Información Geográfica”), donde en unos cuantos minutos se puede tener impreso el uso de suelo, densidades, limitaciones específicas, etc. etc.

Solo quiero imaginar la tremenda labor de detalle para lograr esto, y debo de reconocer y felicitar a quienes hayan intervenido, pues contar con una información tan detallada, tan exacta, con solo acceder a Internet, es realmente de primer mundo. Mis respetos.

Lástima que todo este trabajo se vaya por la borda, cuando en una triste página llamada "Bando” todo lo que pintaba para tener reglas claras y transparentes, se convierten en algo fangoso y oscuro.

Estoy convencido que esa parte positiva que es racionalizar el desarrollo en el D.F. es perfectamente posible plasmarlo en los mapas delegacionales, y en el certificado de zonificación, sin necesidad de decirle al ciudadano que le permiten hacer determinado desarrollo, y prohibírselo en bando que a todas luces es inconstitucional, el Jefe de Gobierno cancela y delega la decisión final de hacer o o hacer determinado desarrollo a autoridades administrativas que no tienen las facultades del legislativo del D.F. para decir que se puede hacer o no.

Estoy de acuerdo que en algunos sitios de la Ciudad no haya agua. Entonces habrá que reflejarlo en las cartas de uso de suelo y desde ahí restringir, o abrir soluciones para que el desarrollador aporte recursos para resolver aspectos de infraestructura, y en su caso coopere con la acometida de alguna línea extra de alimentación de agua.

Si la calle no es suficientemente ancha para determinado tipo de desarrollos, entonces habrá que corregir las cartas de uso de suelo, y desde ahí reflejarlo, pero decir que si se puede hacer cierto desarrollo, y después mediante un cierto convencimiento a la Secretaría de algo que no se podía, al final se construye el conjunto de casas o departamentos y los vecinos aunque griten, o se quejen, finalmente no les quedará alternativa que convivir en un tráfico más pesado.

Un Bando es un edito o mandato proclamado de una autoridad especialmente militar, que se hace en forma solemne, en forma verbal, o en documento escrito, para que la población se someta o acate una orden, en forma temporal, bajo la amenaza de ser sancionados en caso de desobediencia.

En mi concepto este bando dos ya dejó de existir, pues la autoridad que lo decretó ya no trabaja de Gobernador del D.F., a menos que el nuevo en turno lo ratifique.

De todos modos y mientras esto sucede, debo de resumir que la intención fundamental del Bando Dos es positiva, pero la ejecución discrecional es nefasta, anticonstitucional y ve en contra de la transparencia.

Creo que si dividimos en cuatro grupos las delegaciones del D.F. podemos ver que con cierta racionalidad hay que continuar redensificando las cuatro delegaciones centrales hoy fomentadas por el Bando Dos ( en mi gusto ya caduco) Hay que repensar la redensificación en vialidades primarias de ciertas delegaciones de oriente y el norte como Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A. Madero y Azcapotzalco para recibir abiertamente y resolver la demanda de desarrollos de interés social, pero con proyectos que generen calidad de vida, con áreas verdes, evitando el hacinamiento, y pudiendo resolver con altura en las edificaciones, la posibilidad de tener desarrollos de calidad como en su momento fueron Torres de Mixcoac, Villa Olímpica, y la Unidad Independencia, y el Conjunto ISSSTE Universidad.

Los residentes de Coyoacán, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, y Tlalpan, estoy seguro que estarán en contra de cualquier edificio.

Tlahuac y Milpa alta, tienen un potencial muy importante así como reserva territorial, para desarrollar fraccionamientos de clase media de baja densidad, que sin alterar el medio ambiente, se les podría dar un mejor uso que seguir sembrando maíz.

En conclusión.

Debo de insistir que el gobierno en turno, si aun tiene deseos de proyectar transparencia, le delegue la tarea a la SEDUVI, de integrar el espíritu del bando dos, a las cartas delegacionales, para que al momento de pedir el certificado de zonificación, sea el primer y único documento que me diga que puedo o que no debo de hacer en mi terreno.

La SEDUVI me odiará por el trabajo que representaría reflejar las factibilidades de agua, vialidad, drenaje, y energía eléctrica, en las cartas de uso de suelo, porque es un trabajo titánico, pero considero que hay que empezar mañana mismo, y que no es posible seguir en manos de autoridades administrativas que lo último que buscan es el crecimiento ordenado de la ciudad, sino mas bien seguir inmersos en la corrupción.

SEDUVI ha demostrado su enorme capacidad profesional bajo la conducción de la Arq. Laura Itzel Del Castillo, y creo que un reto más, lo podrá solucionar mejor de lo que podamos imaginar.

 

 

 

Claudio Márquez Passy

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