Y nada mas faltaría decir... ¡he ahí el dilema!
Si bien la mayoría de la gente, prefiere tener su terreno, y saber que nadie vive abajo o arriba de él, contradictoriamente nos vamos a encontrar grandes concentraciones de mercado que prefieren vivir en "sándwich”, ocurriendo esto en grandes ciudades.
¿Cuando, cómo y por qué deberemos decidir entre uno y otro tipo de vivienda?
La respuesta es mas compleja de lo que parece ser, pues intervienen una gran cantidad de elementos de juicio para intentar tomar la mejor decisión.
Comencemos con lo mas importante, y me atrevería a anteponer en esta lista de prioridades, el mas conocido, pues finalmente lo que se está adquiriendo es un Bien Raíz, que se rige por las tres famosas reglas: 1) Ubicación, 2) Ubicación y 3) Ubicación.
Pareciera que estas reglas sólo aplican al referirme a un inmueble comercial, donde voy a edificar un hotel, un restaurante, o un centro comercial, pero mi futura casa deberá observar rigurosamente estas tres máximas, pues de ello dependerá por un lado, la felicidad de mi familia, la educación de mis hijos, y el éxito profesional de los padres.
Para entenderlo más gráficamente pondré un ejemplo absurdo usando como referencia a la Ciudad de México, que nos explicará gráficamente la importancia de la ubicación, y que seguramente sin mala intención podría estarme refiriendo a mas de un habitante de dicha Ciudad.
Si decido comprar una vivienda en Cuautitlán, trabajar en el Centro de la Ciudad, y que mis dos hijos estudien en la U.N.A.M. estaré invirtiendo en viajes-persona de la familia, aproximadamente 13 horas diarias, y eso pensando que mi Señora se quede en la atención del hogar. Esto significa que en tiempo laboral habré perdido 422 días hábiles laborables en un año solamente en traslados de mis dos hijos y yo.
¿Cuánto me cuesta la decisión de tener mi "CASA PROPIA”?
Efectivamente tengo mi "terrenito”, y mi techo sin que nadie viva arriba o debajo de mi, y como dice el anuncio, esa casa será "el futuro patrimonio de mis hijos”
Craso error.
¿Cuánto cuesta vivir en el Metro, en el Micro, en el Metrobus, o en el coche, durante 422 días por año? La respuesta es sencilla. Cuesta lo que yo le quiera dar de valor a mi día laboral, multiplicado por 422.
La meta es buscar la fórmula de juntar los tres elementos, es decir que habrá que dibujar una línea recta entre las escuelas y el trabajo, y a la mitad del camino, señalar con un plumón un punto en el mapa y buscar un inmueble a la medida de mis necesidades, y entonces tomar la decisión de comprar o RENTAR !!!
Muchas veces creemos que rentar es tirar el dinero a la basura, pero Pitágoras no miente, y si calculo 422 días trasportándome a razón de $200 diarios, ya son $84,400 que sumados a los $18,000 ($1,500 mensuales) de la letra al infonavit de mi casa en Cuautitlán, ya son $102,400, contra una renta de $5,000 pesos en la Col. Álamos, que darían $60,000 pesos anuales, quizás tendría a mi favor mas de $50,000 pesos.
Claro está que si mi tiempo no vale, es mejor seguir pagando los $1,500.00 pesos, aunque si me mudo a una renta de $5,000.00, puedo dejar rentada mi casa, y mi renta en la Col. Álamos ya solamente representaría $3,500 pesos.
El dilema surge cuando tengo que decidir entre comprar o rentar, pues nuestro atavismo o creencias, nos dicen que debemos de tener nuestro "terruño”, sin considerar detenidamente cuanto nos puede costar una decisión de este tipo, si no la meditamos con "el ábaco” en la mano.
Aquí se visualiza que si el padre de familia toma la decisión correcta, tendrá que decidir por una vivienda vertical, pues no habrá casas de $5,000 en ubicaciones adecuadas.
Su ganancia será redonda, pues por un lado seguirá teniendo su patrimonio sin necesidad de deshacerse de él, y su inquilino pagará la letra.
Ganará en reducir esos 422 días a 40 o menos, y aumentará su convivencia familiar, estará más descansado y productivo en su trabajo, con buenas posibilidades de mejorar puesto y sueldo, y mientras hace su "cochinito” para el día que se hayan casado sus hijos y pueda comprar una mejor casa que ya no dependa de trabajo o escuelas esa ubicación.
El mercado de vivienda usada le podrá proveer de muchas opciones de buenos departamentos que por $5,000 quizás tenga mas superficie que su casa en Cuautitlán.
Sin proponérselo cooperará a disminuir el tráfico y la contaminación.
Por todo lo anterior considero que antes que decidir si debo vivir en una casa o en un departamento, debo pensar en comprar o en rentar, y de ahí según la ciudad en donde esté tomado esa decisión, resultará como consecuencia que se me presenten opciones de cambiarme de una casa a otra casa, o de una casa a un departamento, quedando en forma secundaria y casi fuera de mi control la elección de tener una vivienda vertical o una horizontal.
Ciudades como Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Puebla, son todavía opciones donde con toda seguridad por "rebote” podré vivir en una casa pues son urbes horizontales por naturaleza.
Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México, les aplicará casos como el descrito anteriormente.
Por todo lo anterior creo que el dilema no es vivir horizontal o verticalmente, sino vivir con planeación y mejor calidad de vida, y evitando sacrificar 422 días de traslado, viviendo en el metro o en el micro, por sentir que tengo casa propia.
¿Qué decide?
